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Velocidad lectora

La velocidad lectora se puede definir como el número de palabras leídas correctamente durante un minuto; pero como las palabras se pueden leer en silencio o en voz alta, las velocidades serán totalmente distintas según el tipo de lectura que se realice así como las formas de medirlas.

La lectura en silencio siempre será más rápida que la oral ya que los procesos involucran texto-ojo-cerebro y la forma de medirla es más compleja y sus resultados se basan más en la comprensión del texto que en el acto decodificador.

La lectura oral o en voz alta es, en relación a la lectura silenciosa, menos rápida porque los procesos involucrados en la lectura aumentan: texto-ojo-cerebro-articulación-audición-cerebro, y para medir la velocidad de lectura se toma en cuenta el número de palabras leídas correctamente durante un minuto.

Si el alumno leyó 50 palabras durante un minuto y en el transcurso se equivocó en 12 palabras (aumentó sílabas, las cambió, las suprimió, etc.) su velocidad lectora sería el resultado de las 50 palabras menos las 12 que leyó incorrectamente. El resultado sería 38 palabras por minuto, lo cual sería su velocidad lectora. Como se observa en esta medición se le da mayor importancia a la decodificación que a la comprensión en sí misma, sin embargo, se sabe que los lectores fluidos (además de pronunciar bien, hacen las entonaciones y pausas adecuadas) tienen un mejor nivel de comprensión.

Leer lentamente no se debe a un cerebro lento. Son los ojos los que no son bastante rápidos.Si no les hemos enseñado ninguna técnica, barren (inconscientemente) el texto. Se pasean estancándose (fijaciones o detenciones), o saltando a lo largo de las líneas, saltando de una palabra a otra, y releyendo palabras o frases anteriores (regresiones). Cuando finalmente se inmoviliza (punto de fijación) en una palabra, el cerebro la decodifica y le atribuye un significado (comprensión] pronunciándolo mentalmente, es la subvocalización. Después los ojos continúan su barrido decodificando 200 palabras/minuto cuando es capaz de leer entre 400 y 700 palabras/minuto (solamente las regresiones hacen perder un 35% de la velocidad potencial del cerebro).

Para mejorar la velocidad lectora, una técnica consiste en aumentar el ritmo de los ojos hasta que estos recuperen el del cerebro. Ahora bien, para recorrer rápidamente una información, en un anuario por ejemplo, nada como de utilizar el dedo como apoyo de lectura. Eso impide los ojos perder tiempo paseándose por la periferia. Comenzar por seguir las líneas con el dedo o con una pluma imponiéndole una velocidad constante, no importa sacrificar, al principio, la comprensión del texto (dicen que con 15 minutos de esta gimnasia cada día durante un mes todos seremos capaces de leer de 400 a 600 palabras/minuto).

En contra de lo que se cree, leer más rápidamente es también el mejor medio para comprender mejor lo que se lee: mientras que el cerebro "espera" las palabras, deja venir otros pensamientos. Soñamos, en resumen. Resultado, al final de un apartado, no te acuerdas ya de lo que has leído. Leer más rápidamente, es leer mejor.

Velocidad lectora y comprensión. Aunque parece que si hay una relación positiva entre lectura rápida y comprensión del texto, no he encontrado nada que diga que a mayor velocidad lectora mejor comprensión.


La Secretaría de Educación Básica definió unos estándares que establecen el número de palabras por minuto que se espera que los alumnos de educación básica puedan leer en voz alta al termino del grado escolar que cursan:
¿Quieres medir la velocidad lectora de tus hij@s y/o alumn@s?
La semana pasada compartí en facebook un enlace para medir la velocidad lectora de nuestro alumnos; esta interesante, aquí se los dejo:

Cronómetro de velocidad lectora



No te pierdas nuestra próxima publicación: "Estrategias para mejorar la velocidad lectora"

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